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Sin miedo a las tarjetas de crédito – Cómo utilizar una tarjeta de crédito

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Este post lo escribió Claudia (síguela en twitter @clau_hramos)  y me gusta porque habla del uso responsable de las tarjetas y de que como en la vida: el instrumento no es el satánico, es el usuario el que está loco ;)

Mi papá era de los clásicos que le tenía terror a las Tarjetas de Crédito, ya sabes “son del diablo”, “te comen los intereses” etc.

Sin embargo cuando yo tenía 17 años vivíamos en El Paso Texas y por un trámite de internación de un auto a México, o pagábamos una fianza de 5000 pesos o firmábamos con la tarjeta 200 pesos y dejar el Voucher abierto a forma de fianza.

Así que fuimos al banco y preguntamos si la oferta de una tarjeta de crédito que él había rechazado varias veces aún seguía vigente. Total que sí y con todo el temor del mundo y con la consigna de solo usarla para el trámite aduanal la solicitó y la adicional traía mi nombre en ella. Creí que mi papá se había vuelto loco, primero no quería una tarjeta y luego me daba una a mí.

Lo interesante es que el oficio de mi papá era mesero, nosotros vivíamos de un modesto salario fijo y las propinas que él recibía.

Cuando llegó la tarjeta, lo primero que hizo fue ir al banco donde, una de las ejecutivas de cuenta era cliente de él en el restaurante y le explico al detalle, fechas de corte, fechas de pago, pago mínimo, anualidades, tasas de interés, etc., incluso lo animo a usarla frecuentemente para aumentar su línea de crédito.

El llegó a la casa y me dijo: ¡usar la tarjeta es lo más fácil del mundo! Ven, te voy a enseñar. Agarró un calendario y empezó: Tienes del día 1 al día 30 para comprar y todo lo que gastes lo pagas el día 10 del próximo mes. Nunca dejas nada sin pagar y me guardas todos los Vauchers, para revisar que compraste y en caso de algún error poder reclamar.

De inmediato mi cerebro gastalón empezó a trabajar.

-¿O sea que tengo que pagar el total de lo que firme?
-¿No voy a pagar en abonos?
-¡Así qué chiste! ¿para qué quiero la tarjeta entonces?

Su respuesta fue rápida y sencilla:

Si no la quieres me la regresas, pero ¡se usa así o no se usa!

Debo admitir que en ese momento acepté sus condiciones más por el privilegio de tener una tarjeta con mi nombre grabada que por cualquier otra razón.

Con el tiempo aprendí a hacer mis gastos los primeros días, así tenia mas oportunidad de “jinetear” mi dinero y podía hacer guardadito, nunca hice compras que sabía que mi sueldo no cubriría pues mi papá era implacable con los pesos y con los dólares más aún.

Ahora soy médico y sigo haciendo un manejo impecable de mi tarjeta de crédito, ni mi papá ni yo, hemos pagado un solo dólar de intereses. Me falta mucho por aprender de finanzas personales, pero cada vez que veo a un colega mío estresarse por el pago de la TC me acerco y le explico lo que mi papá me enseñó aquella noche.

9 comentarios en «Sin miedo a las tarjetas de crédito – Cómo utilizar una tarjeta de crédito»

  1. ¡Que buen artículo!
    Esto me recuerda que el probelma en si no es el dinero, si no el uso que le damos.
    Supongo que para Claudia esa fue una de las lecciones que más le han servido a lo largo de su vida.

    Bendiciones :)
    Saludables Finanzas :)

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  2. La verdad no me sorprende por que a pesar de todo ese es el uso correcto de las tarjetas de credito y es cierto no son el diablo solamente hay que aprender a utilizarlas y puede llegar a ser muy beneficioso si aprendes a manejar unas 3.

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  3. Buen post Claudia!
    Yo al igual que tú le tenía mieditis a las tarjetas de crédito… y la verdad ahora solo la uso para acumular puntos e historial crediticio, y para hacer compras por internet.
    Saludos

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  4. Ser «totalero» es la forma más segura de usar las tarjetas de crédito, sin embargo a los bancos no les interesa que sus cliente les paguen «solo» lo que gastaron, ellos van por los intereses que generan las compras a plazos. También les interesa que tomes el famoso «Dinero del Diablo» que son los prestamos personales, asociados a tu tarjeta de crédito, que te intenta endilgar ¡hasta el chamaquito que te atiende en la caja del banco! Por lo general con cantidades que rebasan, por mucho, la capacidad real del usuario del plástico.

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  5. ¡Hola So y Claudia!

    Me ha encantado el candor con el cual has desarrollado el tema de ser totalero y has mostrado como toda herramienta al ser bien utilizada nos es de gran apoyo.

    ¡Abrazos (liberen a Mooooooorbi)!

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  6. oraleee pues considerate afortunada de haber tenido esa información en su momento,, y que barbara! mis respetos que nunca han pagado interes en tc.. yo ahora se muy bien el manejo de mi tarjeta , pero si me costó..
    gracias por compartir! Saludos!

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  7. En realidad, no es ningún dinero del diablo o algo maligno. El crédito es bueno y nos permite prosperar en la medida que hacemos buen uso del mismo. El error es pensar en la tarjeta como si fuese «dinero extra» o un «aumento de sueldo».

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