Nunca apuesto. Ni siquiera cuando estoy segura de que puedo ganar. No es por ninguna mala onda hacia el juego, sino, más bien por las posibilidades que se me haga vicio.
Así que cuando llegaron las casas de bingo a México (de manera oficial) no fui corriendo a visitarlas.
Pero tenía curiosidad, así que una amiga que fue muy asidua a esos lugares (hoy solo va los fines de semana) me llevó. Y yo fascinada de ir con alguien que sí le supiera. Era mi primera vez después de todo.
¡Lo primero que me impresionó, fue el tamaño! la sala de bingo “cantado” ¡¡es enorme!! Y hasta con sección especial para fumadores, lo cual habla bien de la mente negociante del dueño. Como en las Vegas, se pierde completamente la noción del tiempo: el clima es agradable, las luces a la misma intensidad, la comida y bebida no para.
Las mesas se comparten. A nosotras nos tocó compartir con tres señoras que venían cada una por su lado y solas. Me llamó la atención que estuvieran solas, yo hubiera pensado que es un momento para compartir con amigos. Pero pude observar que la mayoría andaba solo. Y la mayoría mujeres arriba de los 40´s. Pocos hombres, en realidad. Por lo menos ese día que fui.
Cada cartón de bingo cuesta $10 ¡está baratoooo! pensé. Lo que no sabía es que los cantantes de los números van más rápido que merolico callejero. En un abrir y cerrar de ojos, ya habíamos invertido mi amiga y yo $150. Porque además, va un cartón detrás del otro.
Tenía hambre, así que pedí unas papas, pero tuve que dejar pasar 3 cantadas para poder comer. A mi amiga casi le da el infarto porque dice que uno no debe hacer pausas ¿qué tal que el cartón que dejé pasar era el ganador? ¿Y qué tal que me da un dolor horrible de cabeza por la hipoglucemia? además, necesitaba hacer una pausa. El andar buscando los números hace que uno sienta actividad cerebral continua, que no es nada comparado con escribir u otras actividades, pero ciertamente ataranta. Por lo menos la primera vez.
Una de las señoras que estaba con nosotros cantó Yak (que es cuando se tiene el cartón con todos los números) y se ganó $1,500. Me dio gusto. Sobre todo porque en la mesa, me adjudicaron a mí, la primeriza, la buena suerte. En el mundo del juego, quien gana, debe invitar una ronda de cartones a los compañeros de mesa, así que nos tocó cartón gratis.
Secretamente deseé que ese cartón me hiciera ganar algo, pero nada.
Justo antes de irnos, tuve oportunidad de cantar línea (que es cuando uno hace una línea de números, aunque no todo el cartón) y me gané $36 pesotes. Mi amiga me enseñó que ese dinero no se gasta en el bingo ese día. Se guarda para gastarse fuera del recinto. Y como nunca había ganado nada en mi vida, decidí invitar a mis compañeras de mesa un cartón. Podríamos decir, que entonces no gané nada. Pero se sintió bonito.
Después nos fuimos a conocer las maquinitas. Que la mayoría son igual que el bingo, con la diferencia de que aquí si gané. Bueno, “ganar” entre comillas, porque lo que pasó fue que invertí $200 en el bingo cantado, y en las maquinitas y al final resultó que solo gasté $50. Para mí fue buen negocio porque lo pasé muy bien durante 3 horas. $50 por 3 horas no está mal. Bueno, más las papas y los refrescos.
Fue una gran experiencia. Además de que conviví con mi amiga, confieso que me gustó. Y me fue muy claro, porque se puede convertir en un vicio, difícil de dejar. Es la emoción de que quizá el próximo sea el ganador, se va el tiempo rapidísimo y de verdad se desconecta uno de los pendientes diarios.
Dicen que el dinero bien invertido es aquel que gastamos en experiencias más que en objetos, pero también es cierto que como en todo, cuando gastamos en viajes, cenas o en el bingo, hay que moderarse. Moderarse en serio, porque en un abrir y cerrar de ojos, se puede ir el presupuesto de entretenimiento de dos meses. O nuestro sueldo entero.
¿Qué opinan de las casas de apuesta?
13 comentarios en «Mi experiencia en una casa de apuestas»
Hola So!!
Yo nunca he ido a un lugar de apuestas, pero por lo que leo aquí y lo que veo en gente que si va, es que es bastante adictivo y difícil de controlar salvo que tengas una férrea voluntad.
Es lógico, se combina la emoción de ganar y el desconecte de broncas…
Suena bien ir acompañado pero como que ya adentro cada quien está en su rollo de «ni me hables porque no gano», jajaja
Gracias a blogs como el tuyo, hoy sabemos que se puede disfrutar hasta de el Yak!! Lo ideal sería ir sólo con la cantidad (efvo.) que sabemos se puede gastar ;)
Hace algún tiempo andaba en Plaza Universidad y me entró la curiosidad por conocer la casa de apuestas que está ahí. Entré, me dí una vuelta por las maquinitas (sin sentarme ante ninguna) y pasé a la sala de bingo. El ambiente la verdad me pareció intimidante: gente bastante mayor que yo concentradísima en sus cartones, todos callados, sólo la voz del «cantaor» de los números y nadie pelaba las cervezas o papitas sobre las mesas. En realidad lo encontré deprimente, :/ pero es sólo mi apreciación personal.
Hace muchos años fui a Las Vegas y me aterró ver la velocidad con la que se va la lana en el juego. Definitivamente eso de los casinos no es para mí.
Opino que nunca me han gustado las apuestas.
Opino que mi pulso cardiaco se elevó la primera vez que ví una carrera de galgos, salté de gusto cuando ganó mi caballo en un Derby, ambas veces fué por televisión y en mi casa.
Opino que las apuestas no son el mundo donde yo buscaria adrenalina o convivencia.
Opino que sí te divertiste con $50 durante 3 horas, salió más barato que el cine comercial. Faltaria ver si siempre es igual: $50 = 3 horas de diversión.
Opino que así como para parcipar en una carrera de GoCarts debes pasar un examen de manejo, en las casas de apuestas deberias de pasar un examen sicologico. O ir acompañado de un apostador profecional como cuando haces raffting o montañismo.
¡Hola emocionadísima So!
Si, lo de los pasatiempos por dinero es bastante adictivo, y emocionante y estas con la mente bien puesta en poder ganar. Eso es precisamente lo que no me gusta.
Agradable experiencia la tuya. ahora ¿que vas a hacer? :D
¡Saludos desde la tierra de los foreign books!
Te felicito por tu aventura So, sin duda las apuestas es algo contradictorio pues se tiene la idea de que uno va a perder dinero y muchos ignoran la diversión y/o emoción de poder ganar algo.
Yo he ido unas 4 veces muy distanciadas una de la otra, pero fue en Indio California donde más gusto le agarré y más dinero gasté, la verdad, lo manejo con mucho cuidado pues soy un video-gamer semi-adicto, los juegos me fascinan y los retos aun más, así es que fui con lo máximo que quería gastar.
Aquí en Puerto Vallarta he ido dos veces, la primer justo cuando llegaron los casinos, invertí $100 y adiós. La segunda vez fue el 15 de septiembre pasado, y no conocí el Bingo o Yak, o lotería numérica. Como bien dices es donde más gente juega y me sorprendí de ver a algunos de mis clientes, incluso, algunos de ellos gente de rancho pero de alto poder adquisitivo.
Me sorprendió aún más por la «situación de crisis» que vivimos en el país pues el lugar estaba casi al tope, en las maquinas había más gente en el área de no fumar y en el primer cuadro había bastante gente. Lo mismo vi en Indio California, a pesar de la crisis norteamericana, el edificio de dos pisos y de una hectárea de tamaño estaba rebosante, había algunas zonas incluso donde no había lugar para sentarse frente al tragamonedas.
Definitivamente es un mundo, casi, de ensueño para quienes van la primer vez, por que como dices, el tiempo no se siente, ni la cartera tampoco hasta que sales con menos de lo que entraste, a menos que hallas sido uno de esos contados suertudos y la fortuna te halla sonreído. Creo que podría ser hasta una buena terapia saludable, no puedes ir pensando en ganar dinero, pero sí en divertirte y disponer de un límite para tu diversión personal. Pero sobre todo, siendo consciente de que hay otras diversiones en las que puedes beneficiar, con tu inversión, a otras empresas lúdicas, para quienes tienen un amplio presupuesto.
Y tienes razón, es muy adictivo, sobre todo si crees en la suerte, y no deben olvidar que millonarios han perdido sus fortunas en las apuestas. Diversión sí, pero hasta eso debemos presupuestarlo como dice So.
¡Hola a todos!
A mí me ha tocado ir unas 3 veces en este año y la verdad para mí es súper divertido ir a jugar en las maquinitas. Confieso que el bingo no me encanta, siento que no lo disfruto igual por la prisa con la que se juega y no me divierto tanto como en las máquinas. Yo suelo ir al PlayCity y solamente gasto 100 o 150 pesos por ocasión.
No voy más seguido porque sé perfecto que puedo adoptarlo como hábito y mejor no le busco… Solamente me doy el gusto esporádicamente y por supuesto, voy acompañada. Sola como que no tiene chiste. La última vez invertí 100 pesos y gané 400. ¿Nada mal, no?
Creo que si te diviertes y sabes ponerte un límite según tus finanzas, no pasa de tener unas horas de risa y emoción. ¿A quién no le gusta tentar a la suerte?
Saludos desde Gdl :)
Bueno, a mi no me gusta jugar, pero a mi senora madre le encanta y va 2 o 3 veces por semana…
Su numeros promedios son los siguientes:
juega 9 cartas o cartones, siempre dice que si va perdiendo mas de 150 dlls mejor asi le deja, ese no es su dia… pero por la cantidad de cartas (supongo) casi siempre sale ganando, entre que pierde y gana durante la tarde-noche, termina saliendo de alli con mas o menos 200-300 dlls, habiendo dias de hasta 500-600 dlls.
A mi me da gusto, pues se divierte y ademas «se mocha» al dia siguiente jajajajaja
Hola So!
Yo he ido en algun par de ocasiones a los famosos bingos, y la verdad he quedado bastante sisqueada, y no porque haya perdido (o ganado), ya que mi madre es una total adicta a estos lugares. La llegue a acompañar en ese par de ocasiones que te menciono, y ademas de darme la aburrida de mi vida, llegue a la conclusion de que mi madre lapida su dinero cada vez que va, y te cuento que va hasta 2 veces al dia! Quizas de principio y siendo novedad es interesante ir, ver y jugar pero ya que eso se transforme en un modo de vida o en este caso vicio… pues la verdad esta de pensarse, porque en el caso de mi mamá que te cuento, ella no ha gastado $50.00 como tu en una ida, y ya sumando todo eso que le ha metido y lo muy poco que ha ganado, puedo decir sin duda que me sorprende que mi padre no haya llegado aun a la quiebra por causa de esto ;)
Es buena la reflexion… Saludos! =)
Según la academia que limpia, aromatiza y da esplendor, los juegos de azar son:
1) juegos en los cuales las posibilidades de ganar o perder no dependen de la habilidad del jugador sino exclusivamente del azar.
2) impuesto por no saber de probabilidad
Me gusto la forma en como contaste tu primera vez en una casa de apuestas.
Mi contacto con las casas de apuestas es muy diferente a la tuya. Tengo un conocido que realmente disfruta apostar, tanto que deja a un lado sus obligaciones y su vida social. Al principio solo apostaba por diversion pero poco a poco se volvio una costumbre, o como él luego me comenta: una necesidad. Al comienzo casi no veia fructifera las ganancias de ir a apostar, pero en fechas recientes me sorprendio las cantidades de dinero que logro obtener, el problema es que al saber de su racha ganadora varias personas (me incluyo) les ha nacido la inquietud de apostar y lo peor es que algunos otros piensan arriesgar meses de ahorros. Por otro lado dejame comentar que es muy dificil ver pasar como ‘la suerte’ o ‘buena racha’ que tiene alguien puede traerte recursos de una manera ‘muy sencilla’.
En fin sigo sin caer en la tentacion de apostar, porque si algo se bien es que: ‘lo que facil viene, facil se va’ ademas de que cuando uno logra algo aun que sea pequeño por sus propios esfuerzos uno acaba valorandolo mucho.
Aun asi no dejare de darme la oportunidad de ir a visitar algun PlayCity o
un Yak o un Bingo como en tu caso.
LA CASA DE APUESTAS ES UN NEGOCIO QUE TIENE DUEÑO. ESE DUEÑO HA INVERTIDO PARA QUE TU TE DIVIERTAS. ESE DUEÑO TIENE QUE GANAR UN DINERO…EL TUYO.
MEJOR NO VAYAS.
TOMADO DEL LIBRO: «EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA»
Yo fui una vez a una sala cene bingo por invitación de mis cuñados, ellos si son frecuentes de los casinos.es bien fácil quedar atrapado ahí, de hecho me da tristesa que siempre ser vean ahí mineras grandes solas. Los clientes lo ven como una salida fácil,pues si, a final de cuentas ser vuelve vicio.