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La fortuna de la artista y de su sobrina [freelance]

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¿Crees que te mereces el dinero que ganas? ¿Crees que deberías ganar más? ¿O te sientes mal porque estás cobrando demasiado? El dinero es una creación ficticia, un medio de intercambio para facilitar transacciones más complicadas como mi pan por tu servicio por la reparación de fachada del vecino. El dinero es una herramienta. No es una indemnización porque odias tu trabajo, ni tampoco debería reducirse conforme tu trabajo te aporta otras cosas (satisfacción, auto-realización).

La leyenda eterna del artista hambriento

Imagínate un artista, digamos un pintor. Imagínatelo con todos los detalles. ¿Dónde está? ¿Cómo viste? ¿Qué hace? Quizás está en una nave industrial abandonada o en un ático decaído con necesidad urgente de reforma. Su vestimenta desgastada está manchada de pintura acrílica. En la mesa quedan algunas migajas de las tostadas que comió de desayuno, en la pica los platos de pasta con tomate de ayer. Tu artista se dedica con cuerpo y alma a su arte, sacrificándose día tras día para producir obras maestras que serán descubiertos después de su muerte. Mientras tanto vende unas cuantas a precio de risa para poder subsistir, orgulloso de que no ha sucumbido a la tentación de pedir un precio más alto o incluso organizar una exposición en una galería prestigiosa. Un artista de verdad “no se vende”. Poder crear estas obras es lo más importante.

¿Una cuestión de sacrificios?

Cuándo nuestro artista ha muerto, su sobrina se dedica a difundir su obra. Organiza una exposición en aquella galería prestigiosa, la presenta en diferentes museos y publica un libro de 52 páginas con un análisis detallado de cada una de las obras de su tío. Los precios de las obras se disparan y los amigos del artista que le reprocharon por cobrar más que el coste de material ahora se auto-felicitan por su buen olfato en materia de arte contemporáneo. Nadie les juzgará cuando llega el momento de vender el cuadro a 30.000 Euros la pieza.

Curiosamente ni los amigos ni la sobrina del artista difunto dudarán un minuto si deberían vender las obras al precio de mercado. Es curioso porque los cuadros no han cambiado, solo su titular. La sobrina ha trabajado duro para difundir la obra heredada después de una pérdida dolorosa. Los amigos han tenido suerte. Y como ninguno de ellos ha cosechado un beneficio más allá del dinero, podrán cobrar el precio íntegro que nuestra artista jamás se habría atrevido a pedir. En términos actuales, esta historia me suena mucho a lo que muchos freelancers viven en su día a día.

¿Cuál es tu relación con el dinero?

¿Crees que los precios deberían ir en función de la relación emocional que tuvo el trabajador con el servicio / producto? ¿Y los salarios? Probablemente me dices que no. Y al mismo tiempo hay esta pequeña voz en tu oreja que te regaña por aumentar los precios de tu trabajo creativo o por exigir un salario justo. [Tweet «El hecho de que disfrutes de tu trabajo no es parte de tu recompensa»]El hecho de que disfrutes de tu trabajo no es parte de tu recompensa. Ni tampoco lo es el hecho de que ayudas a otros o que estás aprendiendo muchas cosas. Tu valor como persona no depende de lo que cobras, sino cómo gastas el dinero obtenido. (Cómo cobrar bien como freelance) y apoyar el tipo de economía que te gustaría tener: sin deudas y valorando el arte de cada uno.

 

Me siento honrada de que Valentina Thörner haya escrito este certero post para blogylana.com. Vale es una importante bloguera y escribe entre otras cosas sobre sustentabilidad y minimalismo. Su blog es ValeDeOro.es y la encuentras tuiteando en @valedeoro

2 comentarios en «La fortuna de la artista y de su sobrina [freelance]»

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