Si bien es cierto que todavía no tengo hijos (vamos a ver qué dice la naturaleza al respecto más adelante…), he podido recopilar una serie de historias y experiencias que ilustran muy bien como se le puede decir a un niño que NO sin que se caiga el mundo.
Comunicación.
Uno de los grandes errores que cometen los padres es no hablarles a los hijos del dinero. Mientras más se les explique (conforme a su edad, claro), qué es el dinero, de dónde viene, cómo se administra, qué es un presupuesto, porque no se puede tener todo de golpe al mismo tiempo, etc. Más fácil le será al padre explicarle en un momento de berrinche o necedad el porqué no se puede comprar X cosa. ¡El conocimiento es poder!
Los límites no son malos.
Un niño de forma natural NECESITA límites. Nada más vean uno de esos programas británicos de niñeras que rescatan a padres abrumados por el comportamiento de sus hijos, y confirmarán que en cuanto se les pone límites sanos los niños se vuelven un encanto. Si están en el cine y el niño quiere palomitas, y luego chocolate, luego un refresco y luego… Firmemente hay que decirle cuál es el límite y porque. Al cine no se va a hacer todo un almuerzo, muchos dulces son malos para la salud, y solo está presupuestado un gaznate (¿todavía existen?) ¡Por niño! Si el padre es firme y no se doblega ante el posible chantaje, el niño lo tomará bien, aunque no sea de forma inmediata.
No siempre digas que no.
Los padres tienen un instinto maravilloso de proteger a sus hijos de cualquier pena, dolor o pérdida. Pero a veces eso funciona en contra tanto de los hijos como de los propios padres. A veces vale la pena “no ponerse en medio”. Cuando mi esposo tenía como 10 años, un amigo le empezó a insistir que le vendiera su bicicleta. Mi esposo no aguantó la tentación y fue corriendo con sus padres a pedir permiso para vender la bicicleta. Su mamá le dijo: “Piénsalo bien, parece que no te está dando un buen precio”. Mi marido insistió y ambos le contestaron: “en realidad la bicicleta es TUYA. Te la regalamos y es ahora de tu propiedad, si quieres venderla es tu decisión”. Mi marido feliz fue a venderla por X pesos (ya no se acuerda). A los 3 días, vio a su amigo con la bicicleta y se dio la arrepentida de su vida. La extrañaba y sus padres nunca le pudieron comprar otra. ¡Para mi esposo fue una gran lección y aprendió muchísimo! Nunca pudo “resentirle” a sus padres nada puesto que la decisión fue de él. Yo admiré a mis suegros porque fueron capaces de quitarse de en medio (y así no pueden ser los malos, jajajaja) y permitir que su hijo de 10 años tomara una decisión. Fue un error, pero fue su decisión.
Negocia y establece acuerdos.
Cuando recién me gradué, me fui a Vancouver, Canadá de viaje y a hacerla de baby sitter de mis primos, pues mi tío Jorge vive allá desde hace muchos años. Él me recibió en casa a cambio de que yo ayudara a cuidar a Chris de 5 años, y a Jessica de 7. ¡Ambos niños eran bastante dulces, pero sabían manipular! Chris se la pasaba pidiéndome “quarters” (25 centavos de dólar). Al principio se los daba porque no tenía el corazón para decirle que no porque me lo pedía muy bonito (corazón de pollo), pero la verdad es que yo andaba en plan súper pobre, sin poder ganar dinero en una estancia de más de dos meses así que pronto esos quarters se volvieron más valiosos. Al principio, le expliqué que no podía darle, y bajó la frecuencia, pero volvió a insistir y era MUY seguido hasta que un día le dije: Bien Chris, hoy te voy a dar un dólar (le brillaron los ojitos), pero necesito algo a cambio. Que no me pidas nada de dinero hasta dentro de 8 días. Obviamente dijo que sí. A los dos días ya andaba pidiéndome un quarter otra vez, no sé si porque olvidó el acuerdo, o porque se estaba haciendo de la vista gorda esperando que yo olvidara el acuerdo. Le dije muy cariñosamente que no, porque todavía faltaban 6 días para que acabara el trato. Con voz muy dulce lo aceptó y no me volvió a pedir hasta bien pasados los 6 días. Sin reclamos, sin chantaje, sin enojos. Un acuerdo es un acuerdo y debemos respetarlo tanto los pequeños como nosotros los adultos.
Esta semana estamos posteando artículos ya publicados. Este vio la luz en julio de 2009.
7 comentarios en «Guía Rápida para decirle a un niño NO»
En resumen, a los niños no debemos simplemente decirles «por que no y punto». Hay que explicarles Por Que Razón No Se Puede o Debe tal o cual cosa.
¡Hola maravillosa So!
Esta máquina del tiempo está resultando maravillosa y me enseña mucho de tus valores. Eres grande.
¡Abrazos desde la bella Ensenada!
pues los niños necesitan actividad, como acá https://bit.ly/rfvZU2
Todavía puede ser joven y soltero, pero para lo que estoy viendo es esencial para impartir a nuestros niños la importancia de la disciplina. Al decir ‘no’ y cuándo decir «sí». A una edad temprana, tal vez, podamos sentarnos y hablar en voz baja con ellos. El valor del dinero puede no significar nada para ellos en este momento, pero tratará de inculcar a los que por cada centavo que guardan hoy en día pueden valor de un millón en el futuro!!!
a mi me da un buen resultado ante el pedido de cualquier chatarra que ven en la tela decirles «ellos sólo quieren quedarse con nuestro dinero …». Los chicos chicos captan enseguida que se trata de estrategias comerciales para quitarles su dinero. Después negociamos lo que es razonable (un chocolatín o un chupetín cada tanto, pero no siempre). Nunca tuve berrinches en el supermercado, incluso con chicos cansados haciendo cola en la caja y viendo los escándalor que armaban otros chicos.
Entiende que noooooooooooooo ja ja ja