Cuando hacemos una pieza publicitaria para nuestro negocio, le echamos todos los kilos (en castellano significa que ponemos todo lo que tenemos a mano) para que quede chulo de bonito. Es como la chica que se arregla para la fiesta y se pone sus mejores trapitos, el maquillaje más brillocito (shiny baby) para salir con el galán pues quiere dar su mejor impresión.
Nosotros queremos que nos compren ¡muchos clientes! Que quien vea nuestro folleto/banner/video/página se quede enamorado. Todo eso está muy bien. El problema (porque siempre hay un problema ¿erdá?) es…
¿Por qué descuidas el trabajo del diario?
Les cuento: hay freelancers que de pronto por prisa, por cansancio, por considerar al cliente pequeño, porque no cobraron bien o porque simplemente no querían hacer el trabajo, lo hacen rápido, al aventón, al “ahí se va”, “total nadie se va a dar cuenta”.
Muchas veces, efectivamente nadie se da cuenta de que el freelancer lo hizo al vapor. El problema es que cada cosa que haces se convierte en un folleto/banner/video/página que HABLA de tu trabajo. ¡En serio! podrías pensar “naaah esto nadie lo va a ver” pero la experiencia me ha enseñado (inserte música de abuelita) que nunca sabemos en manos de quien, o peor, en ojos de quien va a caer nuestra chamba/producto.
Cada cosa que haces independientemente del esfuerzo, lo que te pagaron y toda la historia que hay detrás es como una botella que arrojas al mar. Mientras más cantidad y de mayor calidad sean tus botellas, más posibilidades de que le llegue a gente que quiera y pueda contratarte.
Cada trabajo que haces eres tu vendiéndote al mundo. No tengas “diferentes calidades” desecha la política inútil de “según el sapo la pedrada” y solo tendrás en tu currículum o portafolio puras cosas que te hagan quedar bien y de las que estarás orgulloso.
No tires tu dinero en publicidad si cada pieza/trabajo/servicio que sale de tu oficina no es de la mejor calidad.
Nunca hagas nada por salir del paso. Porque dicho sea de paso, se nota.
3 comentarios en «Freelancer: No tires tu dinero en publicidad»
Dándote la razón en el fondo, creo que también hay que medir el esfuerzo según los beneficios que se van a obtener.
Completamente de acuerdo.
En mi caso la mejor publicidad ha sido la recomendación de mis clientes, dos años despues de haber trabajado con algunos me siguen recomendando.
Yo trabajo en las ártes gráficas, y me ha pasado que entrego trabajos que están muy bien resueltos, que comunican lo que el cliente necesita para cumplir su objetivo y luego en las sesiones de cambios, me quieren poner hasta la foto de su abuelita el día de su boda y todo se va al traste.
Ahí uno le explica pacientemente por qué no, y por qué le conviene lo que uno está haciendo; pero obviamente no se trata de ser nazis del diseño.