Es tan extraordinariamente difícil para el ser humano ajustarse, acostumbrarse y prepararse para el cambio que religiones, filósofos y grandes pensadores nos han hablado de esto sin demasiado éxito en nuestros corazones por miles de años.
No voy a negar que hay cambios que cuestan menos trabajo que otros. No es lo mismo cambiar de carro que dejar de hacer ejercicio por una fuerte lesión. Aún así, la vida es cambio así que además de aceptarlo, deberíamos prepararnos financieramente.
Se dice que cada 10 años las personas enfrentarán algún tipo de crisis fuerte: un despido, un divorcio, un accidente, o incluso una crisis hipotecaria gringa que ponga de cabeza al mundo. Para estos cambios “inesperados” (entre comillas, porque seamos sinceros, sabemos que algo siempre puede pasar) está el famosísimo Fondo de Emergencia. Un colchón de mínimo 3 meses de tus gastos. Los seguros de daños, vida y gastos médicos también juegan un papel fundamental en estos casos.
Pero creo que a veces se nos olvida algo… prepararnos para un cambio que PLANEAMOS en nuestra vida. Cambiamos de trabajo, de estado o país de residencia, compramos unos nuevos patines para usar menos el auto pero se nos olvidan los costos que estos cambios implican.
No tomar en cuenta los costos financieros (y todos los demás) cuando planeas un fuerte cambio en tu vida, puede traer como consecuencia un incidente incómodo, varios tropiezos, serios problemas de dinero o incluso hasta el arrepentimiento. No saben cuantas historias han llegado a mis oídos sobre personas que decidieron cambiar algo con la evidente intención de mejorar, pero que sin planeación financiera el sueño se ha convertido, en el mejor de los casos, una película de zombies.
Les voy a dar un rápido ejemplo y este es cortesía de la casa. Mi esposo se ha entusiasmado mucho con la bicicleta. Decidió que sería su principal medio de transporte, lo cual le ahorraría tráfico, dinero en estacionamientos y estrés. Todo pintaba muy bien. Cuando lo acompañé a comprarse su bici, yo, que no había hecho nada de investigación previa, me fui de espaldas al saber que el costo no termina en la bicicleta.
El casco (no quieres que tu materia gris se maltrate), los guantes ¿para qué? para que no queden las células epiteliales de tus manos en el piso en caso de que caigas. Luces trasera y delantera para que te vean si andas de noche, el porta botella de agua y la botella de agua. Esa fue la primera compra.
Ya repuesta de la pequeña taquicardia que me dio, las compras alrededor de la bicicleta continuaron. Un backpack porque eso de llegar a tu lugar destino con el casco en la mano, como que no, luego un rack para cargar más cosas en la bicicleta, un paliacate de tela especial para absorber el sudor de la cabeza (mi marido es pelón), los shorts con acojinamiento para aliviar las molestias de el asiento. Y ya no le sigo para evitar otra taquicardia.
Mucho ahorro en estacionamiento pero ¡ah! qué caro es este hobbie de la bici. Eso sin contar con los posibles accidentes que manden al usuario al hospital por unas puntadas con merthiolate.
Evidentemente los costos no deben detenernos para hacer algo que deseamos en la vida, pero es de gran ayuda prepararnos también económicamente para este cambio. Quizá no nos convenga tanto monetariamente, solo deseamos hacerlo (la mayoría de los hobbies son así). A lo mejor nos encanta la idea de tener un perro, pero por el momento no podemos meter su mantenimiento en el presupuesto de la familia.
Afortunadamente mi esposo si había contemplado la mayoría de estos gastos, y decidió cortar de otros rubros, para la bici (salvo el paliacate que hasta que no te trepas a una bici o a una moto no ves su utilidad). Que los dioses me agarren confesada porque yo también ya tengo mi bici.
11 comentarios en «Cambio en la vida, cambio en las finanzas»
A manera de comentario. Me encanta usar bicicleta.
El asunto es que llegar con mis clientes todo sudado no es onda.
Vivo en Monterrey y esto de los espacios para usar bicicleta es poco o nada seguro.
Toda la razón. Apenas me estoy reponiendo (y aceptando) de los costos agregados que ha implicado el cambiar de residencia. Todo parecía apuntar a que ahorraríamos al vivir en depa contra vivir en una casa… pero el costo de vivir en el DF casi anula el supuesto ahorro. Y hasta los cambios relativamente menores en el estilo de vida imponen cambios económicos: acabo de cambiar mi antiguo y primitivo celular por un smartphone de línea media y hasta le tuve que comprar que la miquita, que el protector, que más tiempo aire… ¡gadgets para el gadget!
Muy cierto So, es necesario investigar antes de lanzarnos con todas a ese nuevo cambio, sin embargo a mi punto de vista hay cosas que siento exageraste en lo de la bici (antes de esto aclaro que soy ciclista y que diariamente me muevo a todos lados por este medio):
-Los guantes no son necesarios, son mas «un accesorio decorativo» (a menos que te suden las manos a chorros)
-En San Pablo, en el maravilloso centro histórico, se pueden conseguir unas buenas luces traseras y delanteras de excelente calidad desde $50, lo mismo va con el rack.
-Paliacate para evitar el sudor tampoco es necesario si se anda despacio (todos los días voy a mi trabajo de traje y jamas he tenido que usar el paliacate, y eso que yo sudo hasta por caminar rápido) únicamente es cosa de planear los tiempos e ir a un paso tranquilo.
-Backpack para el casco bien pudo haber sido sustituido por una simple mochila.
Por último pienso que la cuestión de los accidentes en la bici es algo que se ha puesto bastante de moda entre las nuevas personas que se unen a darle a la pedaleada, afortunadamente en los años que llevo de ciclista jamás he tenido un accidente, por que es un medio de transporte tan inofensivo y seguro siempre que se maneje con precaución, a la defensiva y con todos los sentidos puestos al manejar.
Saludos y buen día a todos los bloglaneros!
Lo mismo me esta pasando.
Estoy saliendo de una mudanza, me pidieron la casa y encontré un departamento que queda más cerca de mi trabajo pero es más chico; es la tercera parte de la casa.
Total que tuve un mes para planearlo y lo único que no he visto como solucionar es la compra de un librero porque el anterior sistema de repisas de la casa ya no aplica en el depto.
Sin embargo en la anterior colonia ya sabia a donde ir a cenar, a donde comprar la comida, cuanto cuesta el transporte, etc. En este barrio no sé nada y lo más que he podido hacer es ir a Tocks los fines de semana (5 minutos caminando) lo cual no me desagrada pero comer por $120 no estaba en mis planes. O sea, los gastos de vivir en la nueva colonia son los que me han complicado la existencia estos últimos 15 días.
Luego vendrán los gastos de servicios, no sé si el agua potable o la electricidad tienen el mismo costo y falta descubrir que onda con el sistema de recolección de basura.
Total que aun planeando las cosas habia detalles que nunca pude preveer porque no los ví o porque no tenia la información necesaria.
Pues aunque no sea una bicicleta, pero el metro y metrobus me han ahorrado buenos pesos. Y me han dado pie para impulsar mi muy mal logrado habito de la lectura.
Tienes razón, habiendo una planeación financiera, los cambios se viven de una manera mas relajada.
En nuestro caso, no la hubo; sin embargo ha sido maravilloso tener el apoyo de nuestras familias, que en algún sentido nos motiva para seguir avanzando y creciendo en este proyecto.
Como siempre, un honor recibir sus comentarios, en serio!! Muchas gracias!
Update para Julio Valle: lo de los guantes ami también me parecía algo exagerado, hasta que mi esposo se cayó recientemente (gracias al lodo) y por no traer guantes se raspó horribla la base de la mano y todavía trae un punto negro justo en medio. La verdad, nada que tenga que ver con la seguridad está de más en esta ciudad. Su casco también recibió un fuerte raspón que de no haberlo traído, huniera estado en su cabeza.
El paliacate es FUNDAMENTAL cuando NO SE TIENE PELO, como mi esposo, creeme ;)
Abrazos a todos!!
Me intriga mucho el cómo usa el paliacate tu esposo. También soy una persona con capacidades capilares distintas (lo de calvo ya no se usa) y ando en bici todo lo que puedo. Guantes y casco esos sí que son fundamentales, al igual que ropa reflectante y luces.
¡Hola soponciada So!
¡Ah! Los recuerdos de poder andar en bicicleta, el llegar a avanzar más rapido que el tráfico automovilístico, el sentir el viento aumentar según avanzas en velocidad, el traer la boca siempre cerrada para no tragarte media colonia de insectos, el traer gafas para evitar objetos que te dejen momentaneamente ciego, el sentir que traes una diana pintada en la espalda y que la consiigna de los automovilistas es de darte matarili, cuidarte de los tarugos (y tarugas, que caray, aquí no se discrimina) que abren intempestivamente sus puertas y que hacenb que graciosamente te estampes en ellas, el llegar todo ensopado si te agarra el agua, los miserables que te mojan a su paso por un charco de agua, los baches que hacen cisco los rines, horquilla o cuadro… en fin, muchos y agradables recuerdos de mis años mosos.
Lo de lols guantes es necesario no solo por proteción a las caidas, sino que también son útiles para absorver las vibraciones que se transmiten de la orquilla a los manubrios. Paliacate es más que necesario, de otra manera, tu amado esposo va a terminar con la frente toda pelada por el casco. Existen unos sillines que son prácticos para que las gonadas externas no sufran, es un sillín dividido en dos que obviamente no tiene nada en medio… no tiene precio :D
Lo de los gastos que no se previenen es un mal muy común, pero gracias a ti, habremos de recordar no sopearnos y hacer la tarea.
¡Abrazos del fan del norte!
Nunca se está preparado para ciertos cambios en la vida. Desgraciadamente hay cambios que son positivos y muchos negativos, y hay veces que no dependen de ti y afectan a la psicología de cada persona.
El tener un contrato no indefinido puede intervenir mucho en una persona, ya que quizás no tenga estabilidad económica a largo plazo porque no sepa cuándo se van acabar esos ingresos.
O que vivas en una casa de alquiler y tengan que echarte porque se ha encontrado un vendedor. Y lo que se haya encontrado sea más barato o más caro da igual estamos hablando de un hogar. Todo este tipo de cambios como bien se comentan aquí arriba no dependen de la persona y si de sus finanzas.